El primer single publicado en vinilo de siete pulgadas por Vetusta Morla: dos temas compuestos en su momento de forma específica para ser la última canción de su tercer disco. Nunca antes fueron grabados, pues Una Sonata Fantasma se alzó como clausura de la obra originalmente. Pero, pasado un tiempo, la banda decidió registrarlos y reivindicar su papel como auténtico colofón narrativo y artístico de La Deriva, configurando la edición de un single que aparece en formato digital por un lado y por otro en una edición limitada y numerada en vinilo de siete pulgadas, un verdadero fetiche que guardar como un tesoro.
Ambas canciones son complementarias y proponen sendas escenas finales inéditas para esta trilogía de Vetusta Morla. Profetas de la Mañana sitúa la cámara en un paisaje post-clímax, en el primer atisbo de una resaca de esas que nos ponen sensibles, con soñadores tratando de estirar la prórroga de un partido que acaba inevitablemente con la aurora y los camiones de limpieza y que es una misma noche que se vive en muchas ciudades del globo. Por su parte, Puntos Suspensivos, juega a ser el rótulo de «continuará» sobreimpresionado en la pantalla al final del capítulo. Los puntos suspensivos ofrecen un refugio temporal para los que están agotados del curso arrollador de la narración, una posibilidad de replegar las tropas, de hacer balance de lo sucedido, de encontrar nuestros viejos anclajes en mitad de tanto vaivén.